Argentina mantendría el cupo de los 600 pasajeros internacionales diarios
Publicada 08/07/21 13:46h
Este viernes 9 de julio se vence en Argentina el decreto que establece el cupo máximo de 600 pasajeros por día para ingresar al país desde el exterior por vía aérea, y todo parece indicar que no habrá cambios respecto a esta medida. Unos 40.000 argentinos esperan lugar para su regreso, y las compañías aseguran que a este ritmo podrían demorar hasta cinco meses. Amnistía Internacional denunció violaciones a los derechos humanos.
Tal como lo viene contando HOSTELTUR, para retrasar lo más posible la llegada de la variante Delta del COVID-19 el Gobierno argentino dispuso reducir todavía más el cupo de pasajeros que pueden ingresar por día desde el exterior por vía aérea. Pasó de los 2.000 que estaban habilitados a sólo 600, lo que generó severos inconvenientes a las compañías aéreas y, sobre todo, a más de 40.000 argentinos que quedaron sin lugar para su regreso.
Este viernes 9 de julio se vence ese decreto, y se especulaba con la posibilidad de que las autoridades ampliaran ese “cepo”, como se lo llamó en el sector, para intentar descomprimir la tensión generada. Pero todo parece indicar que eso no sucederá.
Según todos los principales medios argentinos, fuentes del Gobierno tendrían ya tomada la decisión de extender la medida sin modificaciones, es decir, manteniendo el cupo de 600 pasajeros, bajo el mencionado argumento sanitario.
Si bien es cierto que al momento de salir al exterior los pasajeros fueron informados de que esto podría suceder e incluso firmaron un deslinde de responsabilidades al Estado, también lo es que el cupo es sumamente exiguo y dificulta la repatriación. Según le explicó a HOSTELTUR el director ejecutivo de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), Felipe Baravalle, traer a todos los varados podría demorar hasta cinco meses si este ritmo se sostiene.
De acuerdo al directivo, sólo se han autorizado vuelos hasta el 12 de julio y muchas de esas operaciones se concretan con un aforo muy reducido, de no más de 150 a 200 pasajeros por máquina.
Esta situación motivó este jueves 8 de julio un pronunciamiento por parte de Amnistía Internacional, entidad que manifestó que la medida significa “una violación a los derechos humanos”. La directora ejecutiva de la ONG en Argentina, Mariela Belski, le explicó a CNN Radio: “Nadie te puede hacer firmar nada para renunciar a derechos”.
“Empezamos a recibir denuncias de gente varada. Duermen en el aeropuerto y se tienen que hacer PCR todos los días. La restricción en Argentina no se encuentra contemplada en una ley. A los ciudadanos hay que darles previsibilidad. Se están violando derechos humanos, no se cumplen todos los requisitos necesarios para las restricciones”, aseguró.
En ese sentido, Amnistía Internacional envió un pedido de informes al jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero; al Canciller, Felipe Solá; y al ministro de Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. “Queremos que el jefe de Gabinete vea los casos que tenemos documentados para que vea que no son millonarios que se fueron a Miami a vacunar; queremos que se cumpla la ley”, concluyó.
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