Entrevista con HOSTELTUR

RCD Hotels: “En 2022 esperamos crecer entre 15% y 20%”

Leonel Reyes, director corporativo Latam del grupo hotelero, analizó el desempeño en la “nueva normalidad” y trazó algunas proyecciones

Publicada 29/08/21
RCD Hotels: “En 2022 esperamos crecer entre 15% y 20%”

A un año y medio de la pandemia, RCD Hotels continúa con su proceso de recuperación: tras un 2021 que indudablemente terminará muy encima de 2020, el grupo hotelero sienta en el segundo semestre las bases para un proceso de reactivación que ya permite entrever un crecimiento de entre 15% y 20% para 2022. Así lo analizó en diálogo con HOSTELTUR Leonel Reyes, director corporativo de RCD Hotels para Latinoamérica, quien también compartió algunas tendencias que se verifican en la hotelería y el mercado a la luz de la “nueva normalidad”.

¿Cuál es la actual situación económica y turística de las Américas?

- Afortunadamente, la economía, especialmente en lo vinculado al turismo, todos hemos aprendido bastante bien la lección y hemos tenido un poder de resiliencia enorme para poder readaptarnos. Los números están acompañando una estabilidad y apoyando el deseo de la gente de salir de esta situación que cada uno vive en su país, y poder darse esos cinco, seis o quince días para disfrutar. Algo que estamos notando mucho es que la gente está mucho más dispuesta a invertir en estos momentos de relax, en estos breaks, y a nosotros, como cadena premium, nos favorece mucho. Estamos notando un crecimiento un poquito arriba de lo estimado; y somos conscientes de que nos reactivamos mucho más rápido que otras modalidades de viaje.

¿Y con relación a 2019?

Por supuesto, todavía estamos por debajo de 2019, que fue nuestro mejor año y también fue récord para la industria en general. Estamos viendo este segundo semestre con muy buenos ojos. Miramos los números y las reservas a futuro, y son bastante interesantes.

En los resorts estamos trabajando a la capacidad máxima permitida por los gobiernos de los destinos, y eso habla del deseo de la gente de salir, a pesar de los test y las mascarillas en los aeropuertos, la distancia, los geles y todo lo que conlleva viajar hoy.

Y nos pone contentos, porque todos los segmentos están a la par. Las bodas, por ejemplo, se hacen igual, con algunas reducciones: tal vez ya no sean para 100 personas, sino para 50 o 60.

¿Cuánto tiene que ver en ese crecimiento el mercado de EEUU y qué significa Latinoamérica en la ecuación?

- Como empresa, RCD tiene más de 350 comerciales a nivel mundial, trabajando para llegar a los budgets, y eso hace que tengamos una diversificación de mercados bien interesante. Pero definitivamente EEUU es nuestro segmento más grande, junto con el de grupos y convenciones, y puedo decir que significa un 30% a 35% de nuestro presupuesto. Y Latinoamérica, con todas las restricciones que están hoy vigentes, está en torno al 10% o 12%.

¿La perspectiva es que el mercado latinoamericano se empiece a reactivar a partir de las próximas reaperturas de fronteras?

- Claro. Normalmente la presencia latina es del 18% al 20% y, como señalaba, ahorita estamos casi a la mitad. Chile está abierto aunque con restricciones muy importantes, y la gente ya está saliendo en vuelos que ya están funcionando. Colombia también, y ahora tiene más de 35 vuelos a la semana a Cancún. Y obviamente esperamos que Argentina pueda tener los viajes liberados en breve. O sea, sí estamos viendo ese movimiento, porque, no bien se abrió Chile, comenzamos a recibir reservas más fluidas, con la gente logrando salir con algunos permisos. Y Brasil es un gran generador de clientes en este momento. Vamos a tener un fuerte crecimiento y, además de contentos, estamos sorprendidos, porque Brasil siempre se mantuvo a pesar de todas las restricciones.

Señalaba que todos los segmentos se estaban recuperando. Hace un año lo entrevistamos para la apertura del Ressidence Inn en Mérida, y usted resaltaba la necesidad de encontrar un mejor equilibrio entre leisure y corporativo o leisure y MICE en las propiedades. ¿Sigue siendo ese el foco?

- Esa asociación con Marriott ya se venía trabajando y, a pesar de la pandemia, logramos avanzar en lo que teníamos agendado. Fue muy importante haberlo podido llevar a cabo y ahora estamos viendo allí números muy interesantes. Para el último bimestre vamos a estar abriendo el Residence Inn Playa del Carmen. La idea de incluir este concepto en nuestros hoteles es abarcar un poquito más de mercado.

Nosotros estamos muy enfocados en el segmento de lujo, con hoteles y resorts all inclusive premium, muy centrados en la gastronomía, que es uno de los principales valores agregados que diferencian la experiencia ante el huésped.

Sin embargo, nos hemos dado cuenta de que existe otro tipo de clientes, que busca “la experiencia a su manera”, y ese era el objetivo de poder integrarnos a una marca que pudiera ampliar nuestro portafolios. El argentino es un claro ejemplo del cliente que busca tener su propio tiempo, no estar limitado a un horario de comida o de servicio, que quiere rentar el auto para conocer todos los alrededores. Eso nos pone en el desafío de ver qué podemos ofrecer como destino, y por eso estamos abriendo cada vez más restaurantes.

Recién destacaba a la gastronomía como uno de los aspectos fuertes, y es claro que esa fue una de las experiencia que más se modificó recibió por la pandemia. ¿Está volviendo o volverá en algún momento a la “normalidad”?

- La experiencia gastronómica es y seguirá siendo un factor decisivo para la definición de los viajes. La gente hoy está buscando experiencias, más que un simple all inclusive o un buffet. En Hard Rock, el alma mater fue el restaurante, donde comenzó toda la historia, y de ahí llevamos el concepto a la hotelería. Lo mismo ocurrió con Nobu. Único también habla de cómo enaltecer la cultura mexicana y llevarla a su máxima expresión (por eso las coordenadas en su nombre, 20° 87°). En Único realizamos un festival (Summer Superbia) que, si bien no es exclusivamente gastronómico, allí la gastronomía forma parte importante, porque traemos chef reconocidos -este año fue desde México- y una semana completa ellos se adueñan del restaurante mexicano llamado Cueva 7, y allí hacen una verdadera muestra gastronómica “única”. Entonces, sí nos hemos adaptado, hemos tenido que incrementar controles, sanitización y hacer reservas para garantizar que demos el servicio adecuado. Y los buffets son asistidos. Pero, pese a todo esto, no se le quita ni calidad ni se daña la experiencia.

Más allá de la mencionada apertura en Playa del Carmen, ¿hacia dónde va RCD Hotels? ¿Hacia un modelo de expansión o van a fortalecer las propiedades que ya tienen?

- Estamos ahora enfocados a consolidar lo que ya tenemos, porque nuestros destinos siguen creciendo. Punta Cana, Cancún, Riviera Maya están en su apogeo y, de hecho, en estos momentos estamos llevando a cabo una remodelación muy importante en Riviera Maya, que nos va a permitir seguir manteniéndonos como punta de lanza. Por ejemplo, prácticamente se remodelaron todas las piscinas. Y en Punta Cana también estamos en remodelación. El objetivo es mantener las propiedades para que sigan siendo de primera calidad. Es común en la industria que haya hoteles jóvenes de 15 o 20 años, pero cuando uno los ve, son viejos. Queremos que la gente siga diciendo “wow, qué lindo se ve” al momento de hacer el check in o abrir una puerta.

Es imaginable que un pasajero del segmento alta gama, que tuvo que postergar tanto tiempo su viaje y ahora gasta mucho dinero para volver a hacerlo, sea más exigente con el producto que hoy contrata, ¿verdad?

- Es muy marcada esta tendencia. La gente hoy en día está dispuesta a pagar un poco más, pero también es más exigente. Si antes en la pirámide de necesidades los viajes eran muy importantes, hoy los viajes superaron a muchas necesidades de las más básicas. Entonces, la gente exige más calidad, y sobre todo cuando los hemos acostumbrado a un nivel muy alto de servicio.

¿Qué otras tendencias ven en relación con esa exigencia por parte de la demanda?

- Algo que estamos notando y es muy marcado es el tema de las temporalidades. Antes teníamos la temporada de América Latina, la de EEUU…, todo esto se está rompiendo. Creo que 2020 y 2021 son años de mucho aprendizaje, de adaptarse. Lanzamos unos paquetes en las fechas en las que creíamos que la gente viajaba, y eso ya no funciona, sino que depende la situación de cada país. Vamos viendo cómo se mueve la demanda todo el tiempo, porque dependemos de la ocupación para disponer el personal y toda la operación del hotel.

Hoy no hay temporada, y lo vemos en este segundo semestre que normalmente es de temporada baja y, sin embargo, se está manteniendo.

Tenemos un octubre o noviembre en los que la gente dice “mejor no viajo al Caribe y lo hago para otras fechas”. Están viajando ahora, por lo que vemos que los números están bastante parejos: julio, agosto, e incluso hasta mayo fue activo. Por eso se nos complica un poco más hacer proyecciones para 2022.

Más allá de la dificultad para trazar perspectivas certeras, ¿qué escenario es el que están previendo para el año que viene?

- Ya estamos en proceso de establecer presupuestos para 2022, porque necesitamos tenerlos claros para enfocar bien nuestros esfuerzos comerciales. Por lo pronto, yo creo que vamos a estar muy por arriba de 2021, al menos un 15% a 20% por encima. Tal vez no sea una meta tan agresiva, pero tampoco tan conservadora. De todos modos, tenemos que ver cómo se desarrollan estos primeros meses del segundo semestre. Hoy nada está escrito en papel: estamos viendo cómo EEUU vuelve a tener una situación difícil, y no sabemos si pueda aparecer alguna cuestión reglamentaria respecto a las fronteras. En Europa ocurre lo mismo: de repente nos vemos muy bien, y luego vuelven atrás con las medidas. Por eso, si no surge ningún imprevisto, tendremos un 2022 de crecimiento.

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