Brasil amenaza a Argentina con aplicar reciprocidad por impuesto al emisivo
El Gobierno de Bolsonaro advirtió a su principal socio económico y turístico sobre inminentes medidas
Publicada 30/08/21Una vez más, el Gobierno de Brasil pidió a Argentina, su principal socio económico y turístico, la eliminación de los impuestos y percepciones que el país austral impone a los viajeros residentes que salen al exterior, incluyendo a Brasil. Pero esta vez, advirtió que, de cara a la reapertura, se han analizado medidas de reciprocidad y están dispuestos a aplicarlas.
Brasil y Argentina atraviesan desde hace algunos años un momento de tensión diplomática. El Gobierno de Jair Bolsonaro y el de Alberto Fernández no conectaron desde el principio, pero la relación empezó a recomponerse, al menos en términos económicos, a partir de la llegada del exvicepresidente y exsecretario de Turismo argentino, Daniel Scioli, como embajador en Brasil.
Scioli llegó a forjar con Bolsonaro el vínculo que no tuvo ni probablemente tendrá con Fernández, y en lo que al turismo respecta, también construyó una relación estrecha con el ministro de Turismo y hombre muy cercano al presidente, Gilson Machado Neto. Cada vez que se reúnen, las fotos que comparten en redes sociales dan cuenta de esta aproximación bilateral.
Esta semana, Scioli y Machado Neto se encontraron y no fue la excepción: la foto los muestra juntos, manos estrechadas, y ambos comunicaron que se trató de una reunión positiva de cara a la inminente rerapertura de fronteras que les permitirá iniciar un masivo intercambio, como es habitual, y especialmente de cara a la alta temporada de verano.
“Me reuní hoy con Gilson Machad Neto, para reimpulsar el turismo pos pandemia. Coincidimos en que el turismo de proximidad entre Argentina y Brasil, será la base de la retomada de los viajes internacionales con un potencial de 11 millones de turistas brasileños listos para viajar”, expresó Scioli en Twitter.
En tanto, el ministro brasileño emitió un comunicado en la misma dirección, pero enfatizando el trabajo que vienen realizando junto al resto del Mercosur en el Camino de los Jesuitas, una ruta turística que une también a Paraguay, Uruguay y Bolivia. Y analizaron la posibilidad de que el propio Vaticano la aprobara, para lo cual acordaron pedir una audiencia con el Papa Francisco.
“Esta acción tiene como objetivo fortalecer el guión como un único producto entre los países que forman parte del Camino de los Jesuitas. Creo que el avance de la vacunación, junto con la adopción de un protocolo único de bioseguridad, garantizarán la completa reanudación de las actividades turísticas mucho antes de lo esperado”, sostuvo Machado Neto.
Todo se desarrolló en los mejores términos, e incluso Sciol cuenta que comunicó al brasileño con el ministro de Turismo y Deportes argentino, Matías Lammens, para que pactaran una reunión bilateral en el marco de la próxima reunión de ministros de Turismo del Mercosur.
Reclamo y advertencia
Casi como al pasar, al final del comunicado de la cartera brasileña se señala un último punto de la reunión: Machado Neto insistió, en nombre del Gobierno federal, en que el impuesto del 30% al turismo emisivo en Argentina, llamado “Impuesto País”, es “perjudicial” para Brasil.
Recapitulando, apenas arribado a la presidencia argentina, Alberto Fernández tomó un país severamente endeudado, con vencimientos de esa deuda muy cercanos y con escasas reservas en dólares, por lo cual debió profundizar los controles sobre la salida de divisas. Impuso entonces un impuesto del 30% a la compra de divisas, y eso incluye los gastos en el exterior y la compra de pasajes y paquetes fuera del país.
Y más tarde sumó a esto una percepción del 35% (anticipo a cuenta del Impuesto a las Ganancias) que, sumado a otras tasas, eleva la carga sobre los viajes al exterior hasta casi el 80%, según los cálculos de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt).
Desde ese mismo momento, Brasil lleva adelante un reclamo sobre el tema, porque no sólo es el principal destino para los argentinos, sino que también es el principal emisor hacia Argentina. En ese sentido, viene señalando que la medida es “injusta”.
De hecho, así se lo hizo saber a Lammens durante el último encuentro cara a cara, en el marco de la última Fitur, en mayo. "Este cobro que se hace a los argentinos que van a Brasil es muy perjudicial, sobre todo en el momento de la reanudación del sector", le había dicho Machado Neto.
Y Lammens le había respondido explicando que no se trataba de una medida contra Brasil ni contra ningún otro país, sino exclusivamente destinada a controlar la salida de divisas al exterior, en medio de una situación económica muy compleja para su país.
La semana pasada, en la reunión con Scioli, el ministro brasileño volvió a la carga con el tema e insistió en que es “perjudicial”. Pero la gran diferencia es que esta vez le hizo saber al embajador argentino que el Gobierno de Brasil podría tomar acciones de reciprocidad.
“Junto con el ministro de Economía, Paulo Guedes, hemos estado estudiando la adopción de la reciprocidad si el Gobierno argentino insiste en esta medida”, advirtió Machado Neto.
¿Qué medidas podría tomar Brasil? ¿Cómo afectaría eso al receptivo argentino que se prepara para su reapertura? La realidad es que hoy parece definitivamente improbable que Argentina dé marcha atrás con una medida de la cual depende parte de su supervivencia y, además, aunque la medida claramente había terminado de demoler un emisivo ya en caída libre, no lo había hecho con Brasil en particular. ¿Qué hará Brasil entonces?
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