Efecto “fronteras cerradas”: el receptivo peruano cae un 73,8% contra 2020

Tal como lo viene contando HOSTELTUR, Perú ha mantenido sus fronteras terrestres cerradas hasta este 1° de diciembre, cuando planeaba reabrirlas con Chile y Ecuador. Pero inmediatemente Ecuador dijo que no, y el Gobierno peruano debió dar marcha atrás con esa medida. Y ya son muchos los meses que el país lleva sosteniendo fuertes restricciones, vinculadas a una lenta vacunación (sostienen que esta semana recién se alcanzó el 70%) y a los aumentos de casos en varias de sus regiones.

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Aunque esas medidas apuntan a contener una potencial nueva crisis sanitaria, lo cierto es que tienen su innegable efecto en la industria. Y el gremio empresarial para el comercio exterior Comex Perú presentó un estudio que cuantifica ese daño, desde el punto de vista del turismo como exportación.

De acuerdo a lo informado por la entidad, entre enero y septiembre de 2021 llegaron a Perú apenas 221.746 turistas desde el exterior, lo que se traduce en una caída del 73,8% respecto a las cifras de 2020, una de las performances más bajas de la región.

Esto, sostienen, se debe especialmente a la decisión de mantener el cierre de las fronteras terrestres con sus países vecinos, al menos hasta entrado 2022.

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Desde luego, en la comparación con 2019 los resultados son todavía peores. La generación de divisas alcanzó una suma de US$ 582 millones, un 83,8% menos que en el último año prepandémico.

"Históricamente, hasta 2019, el periodo enero-septiembre del año se ha caracterizado por registrar montos superiores a US$ 1.797 millones por ingreso de divisas por turismo receptivo; no obstante, debido a la crisis causada por la COVID-19, dicho monto ha caído por debajo del mínimo y la media histórica", añade el documento.

El panorama no es el mejor, pero los últimos datos permiten al menos tener una luz de esperanza: el ingreso de divisas del tercer trimestre de este año es un 83,3% superior al registrado en el segundo trimestre, lo que “evidencia una recuperación de la variable y del turismo”.

Y hay más datos positivos. Estiman que el valor real del PIB sectorial por hotelería y gastronomía fue en los primeros nueve meses del año de alrededor de S$ 8.400 millones (US$ 2.100 millones), es decir, un 40,5% más que lo acumulado en iguales meses de 2020. E incluso en ese mismo lapso la recaudación tributaria por esas actividades aumentó un 19,2%, mientras que en el sector transporte escaló un 30,4%. Y, finalmente, la inversión pública en turismo aumentó un 13% en el período analizado, aunque la ejecución del gasto del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) fue un 78,7% inferior al de 2020 (vale recordar que hubo un cambio de gestión nacional en ese lapso).