Impacto de las restricciones

El emisivo triplicó al receptivo en la Argentina durante 2021

El país tuvo menos visitantes no residentes que en 2020, pero hubo una clara reactivación en el último trimestre

Publicada 11/02/22 01:55h
El emisivo triplicó al receptivo en la Argentina durante 2021

Las duras restricciones impuestas por la Argentina a la llegada de visitantes internacionales impactó de lleno en la performance de su receptivo durante 2021: registró aún menos turistas que en 2020 mientras que la salida de argentinos al exterior creció exponencialmente hasta triplicar las cifras de llegadas, generando un fuerte desequilibrio en la balanza turística. Pero hay una luz de esperanza para 2022: tras abrir fronteras, los arribos iniciaron una racha positiva.

A lo largo de 2020 y 2021, todos los países del mundo tuvieron que tomar decisiones muy difíciles para gestionar la pandemia: habilitar la circulación de personas, a riesgo de una grave crisis sanitaria, pero dando oxígeno a la economía; o cerrar la circulación, evitando una catástrofe mayor, pero asfixiando a la economía. En esa delgada línea se tuvo que mover el mundo y sobran casos de uno u otro lado.

Argentina estuvo en ese segundo grupo, aunque con la salvedad de que hubo un fuerte apoyo estatal para sostener las empresas y el capital de trabajo, lo que le permitió un despegue económico muy rápido. Pero está claro que en el turismo esto debía tener un alto impacto.

Fuente: Indec

Tal como lo contó HOSTELTUR, la primera consecuencia fue positiva, y es la explosión del turismo interno. Las dificultades para salir al exterior (sanitarias y económicas) generaron las condiciones para que se plasmara un verano récord en muchos destinos del país, potenciado por el programa PreViaje, de incentivo a la compra anticipada.

La segunda consecuencia también puede considerarse positiva: la buena performance del emisivo. Los argentinos sólo dejaron de viajar al exterior cuando se les prohibió o dificultó de manera imprevista. Según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), a lo largo de 2021 salieron del país por vía aérea 638.400 residentes, con una aceleración a partir del segundo semestre.

Fueron 267.100 pasajeros menos que los que hubo en 2020, pero vale recordar que enero y febrero de ese año fueron meses de normalidad prepandémica y tuvieron altos números a pesar de la puesta en marcha del llamado Impuesto PAIS del 30% al emisivo y la percepción anticipada del Impuesto a las Ganancias del 35%, que afectó los viajes desde febrero. Asimismo, esta incipiente venta de viajes al exterior ayudó a la reactivación de las agencias de viajes y las compañías aéreas, junto con el PreViaje en relación al doméstico.

Fuente: Indec

Un detalle interesante es que en agosto hubo más de 1 millón de argentinos viajando al exterior, cifras comparables con un muy buen mes de normalidad, pero luego septiembre y octubre también estuvieron en altos niveles, lo que llevó al Ejecutivo nacional a restringir en noviembre la venta de viajes al exterior en cuotas sin interés para evitar una fuerte salida de divisas. Aún así, en noviembre hubo un salto del 50% contra el mes anterior.

Fuente: Indec

En una situación de equilibrio en la balanza turística no habría problema en que el emisivo crezca tanto (como sucede en otros países de la región, como Colombia o varios de Centroamérica y el Caribe), pero no fue el caso de Argentina. Vale recordar que los argentinos podían viajar al exterior y luego regresar con muchos controles y cuarentenas, pero los turistas internacionales tuvieron la llegada prohibida hasta octubre (los limítrofes) y noviembre (el resto del mundo).

Fuente: Indec

¿Qué ocurrió con el receptivo en 2021? Llegaron al país 211.100 visitantes, cifra incomparable con los más de 3 millones que recibió en 2019. Incluso la cifra es menor a la de 2020, cuando los arribos fueron 694.300, siempre recordando que enero y febrero de ese año fueron prepandémicos y significaron unos 550.000 de ese total.

Una simple operación matemática permite ver que el emisivo literalmente triplicó al receptivo, lo cual es congruente con las medidas sanitarias vinculadas a sus fronteras. Lo positivo es que, como pasó con el emisivo, cada vez que se flexibilizaron esas restricciones el mercado respondió. Y más allá de la necesidad natural de viajes por razones familiares o de negocios y de las ventajas cambiarias, se puede entrever detrás de esto los resultados del posicionamiento del país a través de diversas campañas.

Finalmente, y en ese sentido, los datos correspondientes al último trimestre de 2021 son esperanzadores. Se abrieron las fronteras y hubo 13.400 pasajeros en octubre, 47.600 en noviembre y 72.000 en diciembre. El dato de ese último mes está lejos de los 304.400 de diciembre de 2019, pero significa un crecimiento del 372,1% contra diciembre de 2020.

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