Adiós al auténtico lujo en altamar: cierra Crystal Cruises

La compañía de cruceros que ha subido la vara del lujo en altamar a lo largo de las últimas tres décadas enfrenta el embargo de dos de sus barcos por cuentas impagas de combustible, despidió al personal, cerró sus oficinas, canceló sus viajes –en principio hasta abril y mayo- y deja un tendal de deudas entre miles de pasajeros con reservas y agencias de lujo que venden sus productos.

Después de que su empresa matriz, Genting Hong Kong, se declarara en quiebra a principios de enero, Crystal Cruises anunció el 19 de enero de 2022 que suspendía los viajes de sus barcos Ocean y Expedition hasta el 29 de abril de 2022, y los cruceros fluviales hasta fines de mayo de 2022.

El colapso de la matriz Genting Hong Kong, profundamente afectada por las consecuencias del coronavirus en el turismo mundial, es la causa del cierre definitivo de Crystal Cruises, fundada en 1988 por la naviera japonesa de carga Nippon Yusen Kaisha (NYK).

“Esta fue una decisión extremadamente difícil pero prudente dado el ambiente comercial actual y los desarrollos recientes con nuestra empresa matriz, Genting Hong Kong”, dijo Jack Anderson, presidente de Crystal, en ese momento.

Peninsula Petroleum Far East, con sede en Singapur, demandó a Crystal Cruises y Star Cruises, también propiedad de Genting Hong Kong, por más de 4,6 millones de dólares en facturas impagas.

Ante esta denuncia, fue emitida una orden de embargo para uno de sus barcos. En EEUU, una jueza de Miami emitió una orden de arresto de los barcos Crystal Symphony y Serenity, que operaban en su jurisdicción.

Los dos barcos fueron requisados frente a las Bahamas el 7 de febrero.

El 7 de febrero fueron abordados y confiscados por las autoridades en aguas cercanas a Freeport, Bahamas. Solo la tripulación estaba a bordo en el momento del procedimiento. Ambos se habían desviado a la isla bahameña de Bimini, tratando de evitar los puertos estadounidenses después de emitida la orden de arresto.

Los últimos pasajeros de Crystal Cruises terminaron su viaje a la Antártida en el Crystal Endeavour según lo programado el 4 de febrero. Fue la primera temporada de expediciones al continente helado, una aspiración que se había marcado la compañía hace 5 años.

Los pasajeros de los últimos itinerarios de los cruceros por el Caribe en los barcos luego requisados habían desembarcado a fines de enero en Bimini. Crystal Cruises se hizo cargo del transporte de los clientes hasta Fort Lauderdale (EEUU) y una vez en suelo estadounidense, la compañía ya no se responsabilizó de los viajeros, según Tourinews.

En un anuncio hecho a los miembros de la tripulación, el capitán de Crystal Symphony dijo que la incautación había sido “desafortunada” pero “en realidad bastante esperada”.

Si bien la línea de cruceros no ha comentado, una fuente interna familiarizada con el asunto le dijo al diario USA Today que se emitieron avisos de terminación al personal de EEUU a partir de esta semana. Varios empleados de Crystal Cruises también publicaron sobre el cierre en las redes sociales, pero se negaron a comentar.

La última publicación en la web de Crystal Cruises informa una serie de direcciones de correo electrónico para consultas de agentes y clientes, ya que cerró su call center desde el 19 de enero. Contacto con Crystal Cruises

Señales de debilidad

“La suspensión de las operaciones brindará al equipo de administración de Crystal la oportunidad de evaluar el estado actual de negocios y examinar varias opciones para seguir adelante”, dice esa publicación, previa al anuncio de este viernes 11 a la tripulación por parte de las autoridades de la empresa.

Hasta el viernes, el sitio web de la línea de cruceros de lujo aún decía: "seguiremos aceptando nuevas reservas para viajes futuros a través de nuestro sitio web sin pago inicial hasta el 1 de marzo de 2022".

A inicios de la pandemia, Crystal Cruises y Genking, “ya había mostrado algunos signos de debilidad económica y se comentaba por lo bajo que tambaleaba económicamente”, relata Raisa Rivas, en El Nuevo Día de Puerto Rico.

Esos rumores se disiparon al regreso de los cruceros a navegar, cuando el Serenity fue el primero desde Bahamas, en julio de 2021, señala, y todo apuntaba a que habían sobrevivido a la debacle causada por el coronavirus. Pero ahora, y solo siete meses de esa reanudación de viajes, dos de sus tres barcos, el Symphony y el Serenity, han dejado a sus pasajeros sin concluir su viaje, llevándolos en ferry desde Bimini, Bahamas, hasta la Florida.

“Esto me da muchísima tristeza. Este ha sido un producto de ultra lujo, que a la gente le fascina tanto, que cuando regresan de un viaje dicen que no quieren volver a ninguna otra línea de barco. Su gastronomía exquisita, las suites, el trato fino y cálido de sus empleados y la experiencia total de lujo, lo hacían único”, dijo a El Nuevo Día Maritza Toste, presidenta de First Class Services, quien representó a Crystal Cruises para Puerto Rico y el Caribe por más de 10 años.

Consultas por reembolsos

Crystal Cruises había estado proporcionando reembolsos y crédito de crucero a los clientes afectados por la suspensión de los viajes, pero no estaba claro qué sucedería ahora.

Los clientes que reservaron cruceros con tarjetas de crédito deben comunicarse con sus compañías de tarjetas de crédito, ya que algunas ofrecen cobertura de protección de viaje integrada. Los viajeros que compraron un seguro de viaje también deben consultar con esos proveedores de cobertura.

Laziza Lambert, directora de comunicaciones estratégicas y asuntos públicos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, dijo a USA Today que las políticas de reembolso específicas de las líneas de cruceros se pueden encontrar en los contratos de reserva disponibles de los asesores de viajes y las propias líneas de cruceros.

La FMC señaló el viernes que se sabe que las aseguradoras de terceros y las compañías de tarjetas de crédito brindan reembolsos "más rápidos y completos".

“Cualquier proceso de reclamo establecido por la Comisión actualmente limita el reembolso solo a la porción del océano de la tarifa del crucero y no a los cargos secundarios como la tarifa aérea, el transporte terrestre, los tours o el alojamiento”, dijo la FMC.