Medidas “homofóbicas” de Guatemala le causarían otro golpe a su turismo
“A donde tú no eres bien recibido, no quieres llegar”, advierten desde México
Publicada 11/03/22 01:03hEl Congreso de Guatemala aprobó una ley que prohíbe el matrimonio igualitario y la educación sexual en las escuelas, al tiempo que penaliza el aborto con hasta 50 años de prisión. Organismos internacionales y entidades de defensa de los derechos humanos repudiaron la medida en términos sociales y jurídicos, pero las cámaras sectoriales de la región también advierten que la medida es contraria a la búsqueda de la inclusión y que tendrá consecuencias negativas para el ya dañado receptivo guatemalteco.
Justo en el 8M, el Día Internacional de la Mujer, histórica fecha de lucha por la igualdad de género, el Congreso de Guatemala aprobó la llamada “Ley para la Protección de la Vida y la Familia” que, entre otras medidas, prohíbe el matrimonio igualitario y la educación sexual integral en las escuelas, mientras que establece duras penas para las mujeres que decidan interrumpir voluntariamente su embarazo. Inclusive dificulta la práctica de abortos cuando corra riesgo la vida de la persona gestante.
Inmediatamente, los organismos internacionales y las entidades de defensa de los derechos humanos salieron a repudiar la medida, a la que, en primer término, consideran violatoria de los derechos de las personas; y en segundo, inconstitucional, ya que sería contraria a los tratados y convenciones suscritas por el Estado nacional.
Y por eso se activaron mecanismos para evitar su promulgación por parte del presidente, Alejando Giammattei, algo que parece poco probable, ya que se espera que en estos días declare al país como “Capital Iberoamericana Provida”.
Pero más allá del claro problema social que esta medida representa, empiezan a surgir voces que advierten que también tendrá un impacto negativo en la economía del país centroamericano, el más afectado por la pandemia en toda Centroamérica y el Caribe y uno de los de más lenta recuperación turística.
Consultadas por HOSTELTUR, las principales cámaras empresariales vinculadas al turismo LGBTIQ+ aseguran que los viajeros de su comunidad, así como un gran número de mujeres podrían dejar de elegir a Guatemala como destino, por sus políticas a las que consideran “excluyentes” y “antiderechos”.
Tal vez una de las voces más relevantes en la región en este aspecto sea Ari Vera, presidenta de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+ (FME) y co-secretaria de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC), la filial regional de la entidad mundial, mujer trans considerada una referente para el sector, quien además lidera el segmento en México, emisor clave hacia Guatemala, con quien justo ahora se está reabriendo la conectividad a la luz del llamado “Mundo Maya”.
La empresaria, dirigente y militante aseveró: “Es lamentable este retroceso en el acceso a los derechos de las personas LGBTI y las mujeres que está sucediendo en Guatemala. Y sin dudas tiene consecuencias graves en el tránsito de las personas de estos colectivos por distintos motivos, entre ellos el turismo. Esto se debe a que esta política punitivista impacta y genera un sentimiento de persecución, de criminalización, de exclusión”.
“A donde tú no eres bien recibido, no quieres llegar, así que por supuesto que esto tendrá una implicación negativa en todos los sectores productivos de Guatemala”, alertó.
En coincidencia, Pablo De Luca, presidente de la Cámara de Comercio LGBT de la Argentina (Ccglar), entidad pionera en la región, explicó que el golpe no sólo es duro para la comunidad guatemalteca, sino también para toda la región. “En una época en la que nos veníamos acostumbrando a que la ampliación de derechos fuera una constante, sobre todo en nuestra región -en una fecha clave como el 8M y sólo un día antes de la realización del primer matrimonio de personas del mismo sexo en Chile-, Guatemala nos sorprende promulgando una ley que profundiza la desigualdad basada en la identidad de género o la orientación sexual. No es uno, sino muchos pasos atrás en el proceso de igualar derechos en nuestra región”, afirmó.
Y también indicó que tendrá consecuencias en el turismo: “La homofobia manifiesta, y puesta en evidencia a través de estas leyes, impacta en muchos aspectos de la vida de nuestra comunidad LGBTIQ en Guatemala. Pero más allá de esto, impacta directamente sobre la comunidad de viajeras y viajeros LGBTQ+, porque cierra sus puertas de manera implícita. Es un dato de la realidad que entre las preocupaciones más importantes de una persona LGBTQ al planear sus viajes, la primera es la seguridad para con los extranjeros y, casi al mismo nivel, la segunda es la seguridad para las personas basada en su orientación sexual”.
“Claramente viajamos mucho menos a aquellos destinos de los que no conocemos qué seguridad nos ofrecen, y mucho menos aún a los que nos dicen abiertamente que no somos bienvenidos”, subrayó De Luca.
Y concluyó señalando que “la homofobia cierra las puertas al turismo” y “producirá, sin dudas, una caída en los ingresos” que aportan los visitantes del colectivo.
Una mirada especializada
Pedro Paradiso Sottile, es el presidente de la Fundación Igualdad. Es abogado, docente y militante, y desde 2017 participa en los grupos de trabajo para frenar la medida que finalmente se concretó en Guatemala.
HOSTELTUR le solicitó su opinión sobre el tema en cuestión, y el especialista respondió: “La iniciativa 5272 -que fue promovida por grupos provida y antiderechos en Guatemala-, finalmente esta semana, y en una fecha emblemática a nivel mundial, se convirtió en una ley que es una vergüenza y que es inconstitucional, ya que Guatemala ha ratificado tratados y convenciones internacionales que se contradicen en esta norma. Además de esto, Guatemala se pone a la vanguardia de un Estado excluyente, hegemónico en su mirada de familia, en su mirada sobre la educación sexual, sobre la diversidad, sobre las mujeres y a contramano de lo que viene sucediendo en el mundo”.
En ese sentido, y en sintonía con Vera y De Luca, también enfatizó que la problemática trasciende las fronteras. “No sólo va a afectar al colectivo de las mujeres, a las niñeces, a las personas LGBTIQ+ de Guatemala, sino también de Centromérica, del Caribe, de toda América Latina y también a nivel mundial, porque claramente están quedando expuestos como país en términos de “LGBTI-fobia” o el “LGBTI-odio”, haciendo ley aquello contra lo que el mundo viene batallando: la violencia, el patriarcado, el machismo, los modelos hegemónicos, los discursos de odio, los antiderechos”, subrayó.
“Esto también va a hacer que muchas personas de la comunidad LGBTIQ+ de todo el mundo vean vulnerados sus derechos busquen otros caminos, otros lugares. Porque vale recordar que este es un colectivo que ha apoyada desde hace muchos años a los emprendimientos y al turismo”, sostuvo.
Finalmente, Paradiso Sottile aseguró que desde la Fundación Igualdad buscarán “que esta ley no se promulgue y no se ponga en vigencia”, porque también “pone en riesgo a la democracia inclusiva, con perspectiva de género, con derechos humanos y diversidad”.
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