Marco Ferraz: "Los cruceros tenemos que trabajar en los costos"
Tercer Encuentro Regional de Cruceros en Montevideo
Publicada 22/08/15Entrevista/ Marco Ferraz, presidente de CLIA Abremar Brasil, el capítulo brasileño de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, expuso en Montevideo un diagnóstico del escenario regional y en diálogo con HOSTELTUR apuntó a los excesivos costos –en particular en Brasil- que perjudican a la actividad.
Mientras en el mundo los pasajeros de cruceros crecen a un ritmo de 4% anual, el circuito sudamericano que integran los puertos del sur de Brasil, Punta del Este, Montevideo y Buenos Aires está perdiendo escalas aceleradamente y la cantidad de pasajeros cayó en el último año.
Ver: Escalas de cruceros siguen a la baja en Argentina, Uruguay y Brasil
Según los armadores los costos operativos de los puertos de la región –a excepción de los uruguayos-, los impuestos en Brasil, la competencia de otros mercados y la escasa infraestructura conspiran contra el crecimiento de esta modalidad de turismo. Marco Ferraz presidió la asociación de operadores de turismo brasileños, Braztoa, y a fines del año pasado se incorporó a CLIA como director ejecutivo. En el III Encuentro Regional de Cruceros celebrado en la capital uruguaya abogó por generar un ambiente competitivo con menores costos: “si en la región no tenemos mejores condiciones vamos a perder”, afirmó.
¿Cuáles son las expectativas para esta temporada de cruceros en la región?
Mantenemos 10 barcos como en la anterior temporada, con una oferta de 600.000 camas. Las ventas serán como de 520.000 camas, porque nunca se vende el 100%. Estamos trabajando en Brasil con todas las leyes en el Parlamento, hay varios impuestos, uno encima del otro, y estamos trabajando con cuatro proyectos de ley porque hace tres meses cambió el ministro de Turismo, y el nuevo ministro, que fue presidente de la Cámara de Diputados (Henrique Eduardo Alves), es muy fuerte políticamente. Con ayuda del ministro y de varios diputados estamos impulsando las leyes para disminuir la carga de impuestos. Si tenemos éxito en por lo menos la mitad, vamos a tener una ganancia enorme. También tenemos conversaciones con los prácticos en Brasil porque el costo es muy alto, como cinco veces más que en Europa. Si logramos un 10% o 15% de descuento sobre esto podemos tener argumentos de atraer más navíos o al menos mantener los que están. Hay una posibilidad de que para la temporada 2016-2017 se pierda un barco, de Royal Caribbean, algo que ellos ya están haciendo público y según la prensa no vendrían más debido a los costos. China, Australia y el Caribe son más competitivos. Pero hay mucho por hacer.
¿Estas acciones están dirigidas también a bajar las tarifas al público?
Hay límites para las tarifas, ya no pueden crecer más. Hay un problema porque no podemos subir la tarifa y los costos están siendo inviables, así que en este momento tenemos que trabajar en los costos.
¿Sigue existiendo la percepción en el público de que hacer un crucero es caro?
Sí, hay que seguir trabajando en eso. Pongo un ejemplo: en Brasil hay minicruceros de tres noches por 500 reales, que son unos US$ 150. Tres noches, casi all inclusive, porque no incluye las bebidas alcohólicas, pero es muy barato. Y se está vendiendo mucho. Pero el resultado final para las navieras no es del todo positivo para cubrir todos los costos de puertos, impuestos, regulación, la infraestructura.
¿Las agencias de viajes están satisfechas con sus comisiones?
Las agencias son el principal canal de distribución, nueve de cada 10 viajes los venden las agencias, que llevan unos 90 millones de reales de comisión cada año (unos US$ 26 millones). Es importante para la cadena y nos acompañan en todos los proyectos de ley a través de ABAV, la Asociación de Agencias, y de Braztoa, que es la asociación de operadoras.
¿Cómo fue para usted el cambio de presidir Braztoa a CLIA?
En Brasil los asociados de CLIA son operadoras también, por lo que eran asociadas de Braztoa y ya teníamos una comunicación muy cercana. Pero cuando entré y me senté en el escritorio, vi que los problemas son grandes, que los desafíos son enormes, pero yo estoy confiado y soy optimista de que lograremos algún éxito a lo largo de este año.
¿La estrategia de las navieras no era ponerlo a usted en CLIA para mejorar el relacionamiento con las agencias y operadoras?
Ese relacionamiento ya existe y es muy bueno. Venden mucho, hacen eventos y tenemos que darles más productos para que vendan, no podemos perder más barcos, por más que el promedio de pasajeros ha subido ya que el tamaño de los barcos es mayor. Estamos llegando a 4.300 pasajeros. La media está en como 55.000 pasajeros por navío, por temporada.
¿Cómo está afectando a los cruceros la situación económica y política que atraviesa Brasil?
Está afectando al mercado. Lo que notamos es que disminuyó la compra adelantada, se está comprando más sobre la fecha. Entonces como los barcos llegan en octubre, las ventas recién están empezando ahora, agosto, septiembre. El año pasado las ventas empezaron seis, ocho, diez meses antes de que llegaran los barcos. Pero al final se va a vender. Los productos buenos no tienen problemas para venderse pero, insisto, el problema son los costos, y más cuando los costos son en dólares.
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