Piden ayuda a la UE para preservar "pequeña Machu Picchu" de Bolivia
Publicada 16/07/13
La arqueóloga italiana Patrizia Di Cosimo solicitó apoyo financiero a la Unión Europea (UE) para poner en valor una ciudadela prehispánica situada en una zona de Los Yungas de Bolivia, que es considerada como una "pequeña Machu Picchu".
Di Cosimo dijo a la agencia Efe que este mes pidió formalmente el apoyo a la cooperación europea para desarrollar un proyecto integral que, más allá de lo arqueológico, será también cultural, social, económico y turístico para beneficiar a las comunidades del lugar.
La iniciativa requiere de una inversión aproximada de entre 500.000 y 800.000 euros para un período de cuatro a cinco años, explicó.
Se trata de un complejo arqueológico situado cerca del municipio de Irupana, a 151 kilómetros de La Paz, donde han sido hallados un centenar de estructuras, entre casas, plazas y plataformas contemporáneas del período inca, aunque aún se investiga su filiación cultural exacta.
La existencia de la ciudadela se hizo pública en febrero del año pasado junto con una petición de ayuda a las autoridades de la Gobernación de La Paz para comenzar su preservación y protección.
"Es uno de los lugares más impresionantes sobre todo por su extensión y porque sus estructuras se han conservado en pie", dijo Di Cosimo, que esta semana participa en La Paz en un encuentro internacional con arqueólogos que encaran proyectos en Bolivia.
En el encuentro de arqueólogos, el boliviano José Luis Paz dijo que el país posee al menos 30.000 sitios arqueológicos, tan valiosos como los de Perú, pero no son puestos en valor, ni aprovechados con fines turísticos debido a la falta de apoyo económico del Estado.
Inkataca: difícil acceso
El lugar fue presentado el año pasado con el nombre de Inkataca o Valle Sagrado, pero también es identificado como "Callejón Loma", un lugar al que es difícil acceder, pues está situado a 1.300 metros sobre el nivel del mar, en medio de montañas.
La alcaldía de Irupana ha declarado el lugar como patrimonio municipal y hará los trámites ante el Gobierno para que sea patrimonio nacional, con el propósito de concretar la financiación.
Di Cosimo lamentó, no obstante, que eso no haya evitado en el pasado que desconocidos saquearan sus entierros, según constató.
Los constructores de la ciudadela, según la italiana, fueron grupos culturales locales que aún no han sido determinados porque las investigaciones son insuficientes, aunque de momento no hay evidencia contundente de una filiación inca o tiahuanacota.
El lugar es parte de un zona patrimonial mayor identificada como Pasto Grande en la que, en cambio, si se ha detectado con claridad la presencia de arte de esas otras dos culturas andinas.
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