Eduardo Chaillo: “Debemos llevar nuestro lenguaje de la industria de reuniones más allá del turismo”
Publicada 07/06/16
Entrevista/ Es uno de los más influyentes jugadores en la industria de reuniones de América Latina y en la proyección global de la región. Eduardo Chaillo se integró a la estadounidense Maritz Global Events como director general para América Latina y México. El objetivo: generar una red internacional de socios en la organización de conferencias y eventos. Chaillo trabajó durante 12 años para el Consejo de Promoción Turística de México, como experto en el mercado de reuniones. Actualmente conduce su empresa Global Meetings and Tourism Specialists LLC, además de dirigir la pierna latinoamericana de Maritz y Experient. Premiado y reconocido por su importancia en la industria, Chaillo estuvo en Montevideo donde ofreció una conferencia en la Universidad Católica y presentó a Grupo Elis como local partner de Maritz Global Events.
¿A qué se debe esta visita a Montevideo?
Estamos haciendo una visita de trabajo con nuestro aliado local, Grupo Elis, para dar a conocer esta alianza, lo que hace Maritz Global Events y cómo estamos expandiéndonos internacionalmente y cuál es la perspectiva de nuestro negocio en Latinoamérica y específicamente en Uruguay.
¿Qué le interesó del mercado uruguayo?
Uruguay trae una tradición desde hace muchos años de organización de eventos, de líderes de la industria, ahora de infraestructura especializada en congresos y convenciones, y además de gremios activos, que son al final los que van a hacer que vengan sus pares de todo el mundo a reunirse en este lugar. Simplemente queremos ser parte de los jugadores que están aquí y queremos que Maritz se dé a conocer también en esta parte del mundo para tener una huella glonal pero con una ejecución e implementación local, y que quede muy claro nuestro modelo de crecimiento respetando la forma de hacer negocios de cada país.
¿Qué distingue a Maritz en la industria?
Precisamente eso, el respeto con las alianzas, tomar en cuenta las capacidades, el prestigio, la trayectoria, la clientela de nuestros aliados locales, y nosotros traemos nuestros estándares, nuestra tecnología que funciona globalmente, la clientela multinacional con la que ya contamos, y darle a esos clientes la tranquilidad de que cuando se organice un evento en Uruguay van a estar bien atendidos.
¿Ya han organizado eventos en Uruguay con este modelo?
Hasta ahora tenemos el ejemplo de una o dos de las asociaciones que nos han pedido el Uruguay; han sido eventos pequeños, pero apenas montamos esta red y sentimos que ahora sí estamos preparados para dar la cara con toda confianza a los clientes de que tenemos una solución global.
¿Qué pudo sondear en Fiexpo de Lima sobre el panorama actual de la industria de reuniones en Latinoamérica?
Yo creo que Latinoamérica está en un momento muy importante. Acaba de salir el famoso ranking de ICCA, donde hay ciudades muy bien posicionadas, con Lima y Buenos Aires a la cabeza del ranking de ciudades de las Américas, aun delante de ciudades de Estados Unidos y Canadá. Me parece que sí hay grandes jugadores, eso también implica que hay competencia para Uruguay, destinos que están haciendo un trabajo excelente. Hay que encontrar las mejores fórmulas para seguir creciendo y dinamizando, entender las tendencias, escuchar a los clientes y ofrecerles las mejores soluciones.
Usted ha dicho que ICCA no tiene que ser la única medida para posicionarse como destino de reuniones ¿A qué hay que apuntar?
El criterio del ranking de ICCA limita un poco el tipo de eventos que se mide. Es una organización que está muy bien y que nos ha puesto a todos a medirnos en un segmento. Y le reconozco mucho a ICCA que haya detonado esa cultura de compartir de la información, que antes no teníamos, sobre todo en Latinoamérica. Esa parte está muy bien, pero no están allí las reuniones corporativas, ni reuniones de una sola vez, tampoco de un solo país en otro país –por ejemplo si a Uruguay viene un congreso de brasileños, no le cuenta- por lo que me parece que hay que hacer más extensiva la medición, tener un sistema homogéneo para poder comparar peras con peras, de país a país. Hay un modelo de la OMT para la medición del impacto económico de las reuniones, que me parece que por lo pronto es lo que hay, y que todos podríamos usar para medirnos.
¿Eso es la cuenta satélite?
Tiene una relación con la cuenta satélite, sobre todo cuando se quiere comparar con el turismo, pero no necesariamente tiene que hacerse sobre la base de la cuenta satélite. En un país que no tiene cuenta satélite se hacen preguntas vinculadas a hotelería, organizadores, tipos de recintos, burós, y entre todos sale una información bastante confiable.
¿Qué tendencias se puede identificar en el mercado de reuniones?
Hay muchas. El tema digital, de los eventos híbridos, tanto virtuales como presenciales, está creciendo y ya no se va a ir par atrás. Sin embargo no fue la tecnología la amenaza que en alún momento se presumía que podía ser, que la gente se quedara en sus oficinas manteniendo teleconferencias en lugar del cara a cara. Yo creo que la parte de la educación cara a cara, y el networking, nunca podrán ser sustituidos por una máquina. Sin embargo sí es una industria que acoge la tecnología y que la utiliza para hacer más extensivo cómo se imparten conocimientos, para hacer más fáciles los procesos y las reuniones más sustentables, con muchos menos papeles, más apps y todo en línea. La experiencia, además, es muy activa, vibrante. Otra de las cosas que está pasando es que hay una combinación de generaciones en que tienes que darle una buena experiencia al millennial como al profesor y tienes que encontrar las soluciones para que el evento sea el puente entre generaciones y no algo en lo que uno de los dos salga sin sus necesidades satisfechas. Creo que hay potencial, tenemos una gran responsabilidad. Otra cosa es unir las culturas, als diferentes visiones del mundo. Y creo que tenemos que hacer mucho ahora en que en algunos países están surgiendo nuevamente las cerrazones, los nacionalismos mal entendidos.
Usted es un usuario activo de twitter, ¿qué importancia le da al uso de las redes sociales, al marketing digital?
Si hay una actividad que debe usar las redes sociales para lo que hacemos, somos nosotros, porque es una forma de sacar de las cuatro paredes la discusión de lo que se está tratando en cada uno de los eventos. Es una forma de llevar a la comunidad ese trabajo, y que la comunidad sea la que ponga en valor y determine lo que vale nuestro negocio.
No es lo más frecuente que ejecutivos importantes se expongan tanto en sus cuentas. ¿Cuál es su experiencia personal?
Yo lo que creo es que las redes sociales son un mecanismo de transparencia, y creo que el mundo cada vez está premiando más la transparencia, que es un vehículo para genera confianza. Si mis libros están abiertos y sabes todo de mí es una forma de hacernos amigos más rápidos, y hasta de hacer negocios, de que confíes más rápido que si no me conocieras en lo más mínimo. Creo que proteger la información no te lleva a nada, seguirás estando ahí. Los americanos dicen: “o tienes un asiento en la mesa, o serás parte del menú”. Eso aplica muy bien al social media: más vale estar ahí.
¿Qué posicionamiento se le logró dar a México en sus años dentro del Consejo de Promoción Turística, dedicándose al turismo de reuniones?
Estoy muy contento, muy satisfecho y agradecido con la oportunidad que tuve de promover a mi país. Se lograron muchas cosas, fue un equipo enorme público-privado, con 60 oficinas de convenciones, 70 recintos. México ya es una comunidad muy fuerte, no es ni una persona ni una sola institución la que hace la diferencia. Pero fue una época maravillosa la que me permitió poner mi granito de arena para posicionar a México en este negocio, sobre todo en el mercado norteamericano, debo de enfatizar, porque Estados Unidos y Canadá eran el primer mercado para México. Aprendí muchísimo y de hecho me da mucho gusto estar desde el sector privado colaborando con otros países, y expandiendo mi conocimiento en Latinoamérica.
¿Los estadounidenses están logrando un poco más mirar fuera de sus fronteras? ¿Eso es un desafío para su trabajo?
El americano más y más se está haciendo global. Esto es una muestra; Maritz, una empresa americana está abriendo los ojos, las fronteras, con alianzas en 60 países de todo el mundo. Es un proceso que sucede en otras organizaciones del sector. Como en ASAE (American Society of Association Executives), donde cada una de las asociaciones miembros se está internacionalizando. Eso está generando una necesidad de que todos empecemos a hablar en términos globales. Las propias certificaciones de la industria, como el CMP, están cambiando sus métricas. Antes se hablaba solo de libras y millas, y hoy ya no.
¿Qué impacto tiene el turismo de reuniones en los destinos de ocio? ¿Es algo que se puede medir?
Yo creo que uno de los grandes legados de las reuniones es el de la reputación de los destinos. Algunos países hemos tenido crisis de diferente naturaleza. Desde una gripe a un temblor, o problemas de seguridad, y yo creo que no hay mejor vacuna para eso que demostrar que se pueden reunir miles de personas en un destino y tener una experiencia maravillosa. Si se ponen todos a tuitear que están en un destino, para promover esa experiencia entre sus pares, eso es buenísimo. Tiene una repercusión en el turismo, claro, sin embargo yo quiero decir que tenemos que llevar nuestro lenguaje de la industria de reuniones más allá del turismo, a las áreas de desarrollo económico de los países, de educación. Es una maravillosa forma de importar conocimientos: oradores, documentos, declaraciones a los que mucha gente normalmente no tiene exposición si no viene un evento.
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