OMT propone alianzas con cruceros y Airbnb para atacar turismofobia
Taleb Rifai sugiere restringir alquileres y estimular el consumo local de los cruceristas
Publicada 11/09/17El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, considera que los problemas de saturación y turismofobia que sufren algunos destinos pueden solucionarse con acuerdos con las navieras y plataformas como Airbnb, y una gestión imaginativa del crecimiento turístico. Este será uno de los temas de debate entre los representantes de 161 países que participan esta semana en la Asamblea General del Organismo en Chengdu, China.
La llegada de las plataformas tecnológicas de servicios turísticos –así es como ahora la OMT denomina a la economía colaborativa- ha generado un problema social, porque ha encarecido los centros de las ciudades, expulsando a los residentes.
Es un problema que no se puede ignorar y hay que actuar de forma imaginativa, según señaló Taleb Rifai a los periodistas con motivo de la 22a Asamblea General de la OMT, que arranca este lunes en China.
Medidas concretas 1: limitar alquileres
Para el secretario general hay que llegar, por ejemplo, a un acuerdo con Airbnb, la plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos, para que ningún edificio tenga permitido alquilar más del 20% de su capacidad para uso turístico, a fin de preservar su carácter residencial.
Para Rifai, que dejará a finales de este año el cargo que ocupa desde 2010, el problema de turismofobia será un gran desafío al que se enfrentará el nuevo secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili. Su nombramiento será ratificado esta semana por la asamblea: entre los retos de su gestión figuran temas como la seguridad, la tecnología y la sostenibilidad.
Según el secretario general saliente, este nuevo desafío, que no formó parte de su mandato, tendrá "el mismo grado de dificultad" que para él tuvo la crisis económica en Europa y el resto del mundo.
Al problema que supone para destinos saturados como Barcelona (España), Venecia (Italia) o Dubrovnik (Croacia) el alquiler de viviendas, se suma el de los cruceros, que desembarcan a la vez hasta 5.000 personas, llenan el centro de la ciudad, pero prácticamente no dejan ingresos en el destino.
Medidas concretas 2: escalas más largas de cruceros
Los cruceristas no van a restaurantes ni cafés, ya que comen en el barco y lo único que suelen comprar son los 'souvenirs', aunque a menudo también se los ofrecen a bordo, ha añadido.
"Si yo fuera residente de una de esas ciudades, también me sentiría molesto", ha apuntado Rifai, que ve la solución del problema en la renegociación de los acuerdos con las navieras en el sentido de que dejen a los cruceristas más tiempo en el destino y les ofrezcan bonos de restaurantes o de tiendas.
Las navieras se llevarían una comisión y los cruceristas tendrían más opciones de ocio, y, así, "todo el mundo gana", pero las ciudades "no muestran nada de imaginación al respecto", lamentó.
Medidas sensatas versus populismo
Si todos los residentes de esos destinos pudieran beneficiarse del turismo, "no tendríamos protestas en la calle", como ha ocurrido este verano en algunos lugares en España y Europa.
El secretario general de la OMT afirmó que no ha visto en ninguna de las ciudades afectadas medidas "sensatas" para hacer frente al problema de saturación, al limitarse los políticos a intentar apaciguar a la gente.
Rifai subrayó que "no es un reproche hacia nadie", ya que en toda Europa, el populismo está ganando terreno, debido a la "rabia" de la gente ante la falta de solución a sus problemas.
Pese a los casos de turismofobia, Rifai sigue defendiendo el turismo que, a su juicio, es una fuerza "enormemente" positiva, pero se debe gestionar de forma sostenible, ya que un crecimiento sin control y sin limites "no es bueno para nadie".
"Tenemos que ser más imaginativos para resolver este tipo de problemas", ya que lo fácil sería frenar a los turistas, pero es un camino "muy peligroso", pues otros destinos tomarían relevo a Europa, advirtió.
En su opinión, se debe invertir en nuevos destinos y productos que permitan quitar presión de los centros de las ciudades, lo que debe ir acompañado de incentivos fiscales a los emprendedores o medidas como un transporte gratuito para aquellos turistas que quieran visitar sitios cercanos al destino.
Los lugares de un gran atractivo turístico y muy demandados deberían ser como "imanes" para toda la región, a fin de repartir de forma justa los beneficios del turismo entre todos, recalcó.
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