El transporte, noqueado por la crisis

El transporte aéreo, no obstante, sigue protagonizando las mayores caídas con una bajada del 8,4% en junio, según el Instituto Nacional de Estadística, porcentaje que multiplica casi por tres los descensos de la demanda en autobús (3,2%), tren (3,3%) y en los cruceros (3,4%), esta última cifra facilitada por Puertos del Estado. Prueba de ello es que los aeropuertos españoles han perdido un 4,2% de pasajeros y un 9,2% de operaciones hasta julio, según Aena.

Esta situación contrasta con la que se vive en el ámbito internacional, ya que el tráfico aéreo mundial de pasajeros aumentó un 6,2% en junio, como confirmó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Lógicamente, esta coyuntura pasa factura a las aerolíneas, que centran sus esfuerzos en reducir capacidad para adaptarla a la demanda y en programas de recorte de gastos, agobiadas por el precio del petróleo y la subida de tasas.

Es el caso de IAG, que registra pérdidas de 231 millones en el primer semestre y ya prepara un plan de reestructuración para Iberia que estará listo a finales de septiembre. Sin embargo, IAG ha aumentado un 4,5% el número de pasajeros hasta julio, gracias al incremento registrado en las rutas domésticas en el Reino Unido y España.

Pero no ha sido la única en sufrir las consecuencias de la reducción del consumo en las familias y del recorte de gastos de viajes en las empresas. Así, Swiss redujo su resultado operativo un 53% hasta junio; SAS perdió 49,4 millones en el primer semestre; Airberlin acentuó sus pérdidas un 2,8% en el primer semestre hasta 169,2 millones de euros, cifras lastradas por el retraso en la apertura del nuevo aeropuerto de Berlín; al igual que en United Continental los vuelos internacionales lastraron el número de pasajeros transportados.

Aerolíneas al alza

En el otro plato de la balanza se sitúan EasyJet, que incrementó en julio el número de pasajeros transportados y ocupación; Air France-KLM, que transportó hasta julio a 44,8 millones de pasajeros, un 2,9% más; y Finnair, que redujo sus pérdidas un 29% en el primer semestre hasta los 40,2 millones de euros.