Fracasan las empresas que ofrecían trabajo en casa a agentes de viajes en paro
Publicada 24/10/12
España es diferente. Mientras que en otros mercados como el norteamericano o británico ha arraigado en los últimos años la figura del agente de viajes que trabaja en su casa, aquí, después de unos escarceos al comienzo de la crisis, no acaba de funcionar.
La llegada de la crisis al sector español de agencias de viajes se comenzó a notar de modo drástico a finales de 2008, con la primera oleada de cierres que dejó en la cuneta a casi un millar de agencias. Desde entonces, otoño tras otoño ha venido mermando el parque de tiendas, hasta sumar más de 4.000 cierres.
Con el cierre de las agencias, el sector ha perdido más de 6.000 empleos desde el comienzo de la crisis y, ante el creciente desempleo de agentes de viajes, fueron varias las iniciativas que saltaron al mercado intentando aprovechar la coyuntura.
Y lo hicieron ofreciendo trabajo en casa a estos agentes que se han quedado en paro. Las fórmulas elegidas por esas empresas era diversa, desde franquiciados a free lance, tanto a tiempo parcial como completo. El reclamo para captar agentes era el bajo nivel de inversión, ya que al trabajar como comisionistas de otra agencia, no necesitan licencia de agencia ni depositar avales, aunque con la llegada de la liberación que ha supuesto la directiva Bolkestein, el paquete de requisitos legales ha adelgazado mucho. A esas ventajas se suman del ahorro en local e instalaciones.
Fracaso total
Pero lo que prometía un fructífero negocio no fue tal. En el sector no se ponen de acuerdo en si la falta de éxito del trabajo en casa se debe a una falta de espíritu emprendedor por parte de los agentes de viajes, o a las deficiencias de las empresas que lo ofertaban. El caso es que de las casi diez empresas que ofrecían esa fórmula hace tres años, ninguna ha sobrevivido en esa actividad para contar a este diario cómo le van las cosas hoy en día.
Tales son los casos de empresas como Home Travel, que funcionaba como franquicia y que previo cobro de 2.500 euros al agente, prometía ingresos mensuales superiores a los 1.000 euros, a través de comisiones y maketing piramidal. Esta franquicia nació de la mano de Viajes Sacromonte, también quebrada.
Otras iniciativas que lo intentaron fueron las de agencias que trabajan con agentes externos en régimen de colaboración o free lance. Esa fue la fórmula elegida por Agentes Virtuales, Turysol, Viajes Viapolis, Visión Travel o Viajes Lugaring, por poner unos ejemplos. Unas quebraron y otras han abandonado esa actividad, aunque alguna, como Visión Travel, la mantiene en Latinoamérica.
Pero no sólo fueron pequeñas empresas las que lo intentaron. Globalia, a través de su división PepeWorld lanzó PepeVista Home Travel dirigida a “agentes de viajes con experiencia y cartera de clientes que quieran trabajar desde casa”, que estimaba unos ingresos anuales de 30.000 euros para el agente. Ya no funciona.
Muy pocos casos en España
No obstante, es un hecho que se están dando casos de agentes de viajes que se han quedado en el paro tras el cierre de la agencia en la que trabajaban, y que intentan aprovechar su cartera de clientes, tal y como ha comentado a este diario el comercial de uno de los grandes turoperadores del mercado: “Se están dando casos de agentes de viajes que nos reciben en el salón de su casa”.
Es decir, casos muy poco significativos, al menos por ahora, tal y como confirman a este diario en varios de los principales grupos de gestión. En GEA, que cuenta con más de 600 agencias, “tenemos unos cuatro o cinco casos”, indican en este grupo.
Lo que sí está resultando más frecuente es el caso de agencias de viajes que cierran el local que tenían con puerta a la calle, y abren en un piso para recortar costes. Una alternativa que se la pueden permitir agencias con amplia cartera de clientes fieles, o las especializadas en viajes corporativos.
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