Bruselas cede y suspende el impuesto sobre las emisiones de CO2 a vuelos intercontinentales

Hedegaard ya había afirmado a principios del pasado abril que si la OACI lograba un acuerdo global que beneficiara al medioambiente, Europa estaba dispuesta a cambiar el impuesto sobre emisiones y flexibilizar su postura ante China y Estados Unidos, luego que se produjeran indicios de una guerra comercial por el impuesto a las emisiones de CO2, en la que aerolíneas y fabricantes de flota europeos estaban siendo víctimas de represalias por la tasa. China había prohibido a sus aerolíneas pagar el impuesto de emisiones a la Unión Europea.

Los vuelos intracomunitarios seguirán pagando el impuesto correspondiente.

No obstante, Hedegaard ha advertido de que si no hay pacto internacional para la próxima asamblea de Aviación Civil, prevista en otoño de 2013, "volveremos automáticamente a donde estamos ahora", es decir, a la aplicación unilateral de la tasa europea a las aerolíneas extranjeras que operen vuelos con origen o destino en algún aeropuerto de la UE .

La decisión de Bruselas, que todavía debe lograr el respaldo formal de los gobiernos y el Parlamento Europeo (PE), se produce después de que un grupo de 29 países -comenzando por Estados Unidos, China e India- exigiera a la UE la suspensión de la normativa sobre el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés). Washington ha amenazado con prohibir a sus aerolíneas pagar, mientras que las compañías chinas e indias ya incumplen la norma europea por instruccoiones de sus respectivo sgobiernos, a pesar de la advertencia de la Comisión Europea (CE) de que les impondría multas de hasta 500.000 euros a las aerolíneas rebeldes contra la tasa de CO2.

La comisaria de Acción por el Clima ha justificado la paralización de la tasa por los "avances" en los últimos meses en el seno de la OACI "que indican que cada vez más países entienden por qué debemos intentar lograr un marco internacional sobre esta cuestión".

Hedegaard ha resaltado además que la reelección de Barack Obama como presidente de EEUU facilita el acuerdo internacional. Obama también se había manifestado en contra de la tasa europea por emisiones de C02.