Aeropuertos de diseño y subvenciones a low cost
El sueño de una loca noche de verano
Publicada 26/10/11"Si Córdoba o Granada, quieren tener un aeropuerto "que se lo paguen" no con fondos públicos sino recurriendo a la iniciativa privada". Las palabras del director de Airberlin para España y Portugal, Álvaro Middelmann, son el punto de partida para este post de Xavier Canalis que cuestiona si realmente, se ha terminado la "noche loca" del gasto irracional en infraestructuras aeroportuarias. La crisis obliga pero, realmente ¿hemos aprendido algo?
El director de Airberlin para España y Portugal, Álvaro Middelmann, ha criticado las decisiones de algunas administraciones de respaldar con dinero público diseños de aeropuertos firmados por afamados arquitectos, que "no aportan ni un pasajero más" y suponen muchos costes no sólo en inversión sino también en mantenimiento, según un teletipo de la agencia de noticias Efe.
Como ejemplo, Middelman ha citado el aeropuerto de Málaga, que tiene muchos metros cuadrados "que enfriar y que calentar", y eso eleva los gastos de mantenimiento.
Álvaro Middelmann ha añadido que si algunas ciudades, como Córdoba o Granada, quieren tener un aeropuerto "que se lo paguen" no con fondos públicos sino recurriendo a la iniciativa privada.
De paso, Middelman volvió a criticar las subvenciones públicas concedidas a la compañía de bajo coste Ryanair, que sirven para "financiar con dinero público las vacaciones de los españoles" y, además, contribuyen a eliminar la competencia en muchos aeropuertos.
Las declaraciones fueron ofrecidas en rueda de prensa en Sevilla, durante la presentación de las novedades de Air Berlin para la campaña de invierno.
Como se recordará, la Comisión Nacional de la Competencia, en su III Informe Anual sobre Ayudas Públicas en España, advierte que las ayudas a aerolíneas “están sosteniendo artificialmente la presencia de determinadas rutas, aerolíneas o incluso aeropuertos”.
La Comisión opina que “estos instrumentos de financiación están acentuando el proceso de desviación de la demanda de las aerolíneas tradicionales a las de bajo coste” o, en otros casos, redistribuyendo el tráfico entre los aeródromos de una misma región, más que “contribuir a la creación de mercado”.
Aeropuertos de diseño y subvenciones a aerolíneas low cost engrandecieron sin duda los sueños de una loca noche de verano de España, esa época en que atábamos a los perros con longanizas.
¿La crisis nos ha hecho despertar? No estoy tan seguro...
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