La regularización de apartamentos en Tarragona se salda con el registro de 1.581

El objetivo, según explica Graset, es “facilitar los trámites para que la gente se dé de alta, en la mayoría de los casos presentando simplemente una declaración responsable, la cédula de habitabilidad y otros requisitos lógicos, además de notificar que lo que se está declarando se ajusta a la realidad, lo que posteriormente puede ser comprobado en un inspección aleatoria, tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat”.

Y es que, en su opinión, “lo peor de la oferta alegal no es la competencia desleal que supone para la reglada por no jugar con las mismas reglas del juego, sino la falta de control sobre el servicio que prestan estos alojamientos, que puede dañar la imagen del sector y del destino. Además, el Ayuntamiento puede así controlar la oferta de su municipio, lo cual es muy positivo”.

El Ayuntamiento de Salou (en la imagen) es uno de los que está facilitando los trámites con arreglo a la nueva legislación. Imagen Shutterstock / nito.

No en vano, antes de poner en marcha la nueva ley se calculaba que más del 50% de la oferta de apartamentos no estaba dada de alta.

Graset se muestra satisfecho por cómo la nueva normativa ha hecho aflorar parte de esa oferta alegal, aunque reconoce que aún es pronto para poder evaluar resultados. Sin embargo, se muestra crítico con algunos ayuntamientos que “cobran tasas por la regularización; no entienden que lo que tienen que hacer es facilitar los trámites, no entorpecerlos”, como ya denunciaba en ‘La Generalitat y los ayuntamientos catalanes hacen caja con el turismo’.

A pesar de ello asegura que la gran mayoría de los consistorios “lo está haciendo bien” y cita en este sentido a los de Torredembarra, Salou, Cambrils, Vila-seca y Altafulla, entre otros.

Otras medidas

Aún así, reconoce que, aunque hay un gran interés en resolver el problema, no todo el mundo se dará de alta en el registro, por lo que la Generalitat podrá entonces controlar si los apartamentos que se anuncian en estas webs están o no reglados, igual que los que aparecen en los programas de los turoperadores, para lo que cuenta con el apoyo del sector, según confirma Josep Graset.