Airbus lanza asientos XL para pasajeros con exceso de peso o de incomodidad

El creciente aumento de pasajeros aéreos con sobrepeso ha llevado al fabricante aeronáutico europeo a diseñar asientos extra-anchos para sus populares aviones A320 que supondrá mayor espacio para el cliente que esté dispuesto a pagar un cargo extra por viajar mucho más cómodo, aunque no tenga exceso de peso.

Analistas del sector aseguran que con este nuevo diseño, Airbus pretende dar respuesta a los ruegos de las compañías aéreas para las que la talla XXL de algunos de sus pasajeros se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, aunque a expensas de los pasajeros delgados.

Más para unos, menos para otros

Según las mismas fuentes, la solución ofrecida por Airbus implica reducir el tamaño de los asientos de la clase turista para aquellas aerolíneas que quieran seguir transportando a igual número de pasajeros. Los nuevos asientos más amplios permitirían imponer un recargo adicional a sus usuarios generando un ingreso extra por cada avión a la aerolínea y, según el fabricante, optimiza el espacio en la cabina.

Desde Airbus señalan que "las aerolíneas están mejorando sus márgenes cobrando cargos por equipaje, asientos de las ventanas y alimentos, pero lo que la mayoría de la gente quiere es espacio, y eso es lo que podemos ofrecer con los nuevos asientos".

Una necesidad para las americanas

En la industria se cree que el primer A320 con los asientos de talla grande será comprado por una compañía aérea estadounidense, ya que el país tiene la mayor proporción de personas con sobrepeso. Alrededor del 30% de los estadounidenses adultos padece obesidad.

Algunas compañías aéreas estadounidenses, han venido aplicando la política de que estos clientes con sobrepeso compren un asiento extra. En abril de 2009, se informó de la nueva política de la entonces tercera aerolínea de EE UU: los pasajeros obesos de United Airlines debían pagar dos plazas. La compañía los definía como “aquellos clientes que no caben en el asiento correspondiente a su pasaje, o no puedan abrocharse apropiadamente el cinturón de seguridad, o que no pueden apoyar los brazos en el posabrazos de su asiento una vez sentados”. La compañía alegaba que recibí innumerables quejas de los viajeros que se ven obligados a compartir su espacio con personas muy voluminosas. Ese mismo año, una azafata de American Airlines colgó en internet la foto de un pasajero que materialmente no entraba en su asiento, para demostrar la necesidad de que reserven dos plazas.

La pionera del modelo low cost, Southwest Airlines, que aplicaba una política similar desde principios de la década de los ochenta, le pide a estos pasajeros que compren en el momento de hacer la reserva un segundo asiento, cuyo importe reembolsa si el avión despega con asientos vacíos.

Dos años antes, una táctica comercial similar había sido motivo de condena en Europa. En noviembre de 2007, Air France fue condenada por la justicia francesa por haber obligado a un pasajero obeso a pagar un sobrecoste para poder disponer de un segundo asiento, aduciendo que el vuelo iba lleno, y por “haberlo humillado” hasta que finalmente aceptó esas condiciones. El Tribunal de Gran Instancia de Bobigny sentenció a la entonces primera aerolínea europea, que no pudo demostrar que el avión iba lleno, a devolver al pasajero afectado los 500 euros adicionales que pagó y otros 8.000 por daños morales.

La azafatas de Ryanaiar, a dieta

Portavoces de la industria acotan que no sólo es cuestión de comodidad o de atender el reclamo de los pasajeros que viajan al lado de una persona con sobrepeso sino de seguridad, dado que, en la mayoría de los casos no pueden abrocharse adecuadamente el cinturón de seguridad.

En la actualidad, en Reino Unido, easyJet también sigue la política de pedir a los pasajeros obesos comprar un asiento adyacente a un precio con descuento - a veces del 50% - antes de abordar el avión. Los que se niegan no se les permite subir a bordo. Según se ha informado, Ryanair ha indicado incluso a sus tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) que se conserven delgados para mantener bajo el peso del avión. También ha reducido el tamaño de su revista de vuelo y sirve menos hielo en las bebidas que le compran. British Airways prefiere no hablar sobre el tema y sólo ha comentado a la prensa inglesa que su personal de tierra trata el asunto con mucha sensibilidad.

En España, política más ligth

Como no existe una regulación sobre la materia, cada compañía aplica su propia política. En España, en términos generales, parece haber una filosofía común con matices, si bien destacan que no es muy frecuente.

Iberia y Air Europa tienen políticas similares, mucho menos estrictas que las americanas. Los portavoces de ambas aerolíneas señalan que, por lo general, el cliente que tiene una mayor talla, por iniciativa propia, suele reservar dos plazas -enla sgeunda s ele cobra sólo la tarifa, sin tasas ni gastos de gestión- para ir más cómodo y no molestar al vecino, pero, en todo caso, no es política de estas compañías obligar a un pasajero a pagar dos plazas, es voluntariopor parte del cliente. No obstante, en caso de que un cliente no lo hiciera y no pudiera volar adecuadamente en un solo asiento, si hay plazas libres, se le acomoda en dos asientos y si el avión va completamnete lleno, se verían obligadas a cambiarle el vuelo.

Las low cost -Vueling, Iberia Express, Volotea-, por el contrario, son más inflexibles, según la información suministrada en sus respectivos call center: el pasajero obeso o con un sobrepeso cuya talla le impida utilizar adecuadamente un solo asiento, le exigen que reserve dos plazas, debe adquirir un extra-seat. En caso contrario, si el pasajero llegue al vuelo con un solo pasaje, sencillamente no vuela.