Rescate a España: lo de los "hombres de negro" es cierto
Se llaman "troica" y son funcionarios de la UE, el FMI y el BCE
Publicada 20/06/12¿Rescate o no rescate? Siguen los rumores y las noticias sobre el rescate de la economía española, mientras el Gobierno sigue negando que vaya a suceder y que sea necesario. Cristóbal Montoro dijo que no habría "hombres de negro" manejando la economía española, pero en eso consiste, precisamente, una intervención de la UE.
El rescate de España parece ya inevitable (La eurozona prepara un rescate de 750.000 M € para España e Italia) y las constantes negativas del Gobierno se quedarán, una vez más, en anécdota. De hecho, el Gobierno sigue negando que España haya sido rescatada ya, a pesar de los 100.000 millones de euros que Europa prestarà a la banca española (Rescate a España: tres consecuencias para el turismo).
Hoy mismo el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha negado de nuevo que España haya sido rescatada y ha dicho que la crisis de la deuda va a resolverse "reforzando Europa y el euro", en una intervención que ha tenido lugar en el Congreso. Según el ministro, "España no ha sido rescatada. España no necesita ningún rescate siempre que lleve a cabo las reformas estructurales que ya está haciendo", ha dicho Montoro, para mandar un mensaje de "confianza y seguridad". Pero por lo visto no se había leído lo que dice el diario británico "The Telegraph".
Hace poco, el mismo Montoro aseguró que "los hombres de negro no van a venir a España". Este mensaje también debía tener como objetivo la confianza y la seguridad, pero no sirvió de mucho ni para tranquilizar a los mercados (la prima de riesgo siguió su viaje por las nubes) ni, desde luego, a los españoles. Algo muy serio está pasando en la credibilidad del Gobierno y de sus representantes cuando, de forma automática, los medios de comunicación y los ciudadanos traducen simplemente a la inversa lo que dicen los ministros: Si blanco, negro; si no haremos esto, lo harán; si no tocaremos aquello, fijo que lo tocan...
Por eso mismo y a pesar de todo, se sigue hablando de rescate. Pero, ¿en qué consiste un rescate? Tal y como publicamos en "Por qué España puede ser intervenida y lo que ocurrirá después", está claro que la intervención consiste, precisamente, en que los "hombres de negro" del ministro Montoro toman las riendas de la política económica del país... con consecuencias reales imprevisibles.
En lo que consiste la intervención
En caso de intervención, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional prestan una gran suma de dinero al Estado en quiebra. Con este dinero, formalmente un crédito, se rescatan las deudas principales. A cambio de ese "rescate", el Estado intervenido debe aceptar las condiciones siguientes:
1. Toma el poder efectivo la llamada "troica": se trata de un grupo de funcionarios de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional que se instalan en el país intervenido y controlan todas las decisiones presupuestarias del Gobierno. Oficialmente son asesores, pero en realidad tienen el poder político efectivo para impedir cualquier gasto. En Grecia, la troica está formada por 45 funcionarios, un tercio de los cuales ocupan las oficinas del Ministerio de Economía. Estos son los misteriosos "hombres de negro" a los que se refería el ministro Montoro. Como vemos, la metáfora es muy cierta, al margen del color de sus trajes.
2. No hay dinero si el Estado intervenido no hace lo que se le impone. La troica lleva a cabo una política radical. El Parlamento del Estado intervenido debe aprobar las medidas extremas que se dicten, bajo la amenaza de no recibir el dinero prometido. Ese dinero no es dado de golpe, sino en pagos sucesivos.
3. El Gobierno y el Parlamento deben aprobar medidas drásticas. En Grecia, por ejemplo, fueron despedidos el 25% de los funcionarios y los que se quedaron vieron reducido su sueldo en un 10%. También fue retrasada dos años la edad de jubilación y el IVA fue subido hasta un 23%, así como los impuestos especiales. Ha sido activado un gran plan de privatización de activos estatales y la reforma del mercado laboral ha sido radical. En Portugal, por ejemplo, la indemnización por despido es de 10 días por año trabajado.
Efectos en el turismo
Escribía mi compañero Xavier Canalis el otro día (Rescate a España: tres consecuencias para el turismo) que si España era rescatada finalmente -y ya lo está siendo en parte, con la inyección de dinero al sistema financiero-, se darían tres consecuencias para el sector turístico:
1) Reapertura del crédito. Una intervención de la banca española (recapitalizar las entidades financieras españolas con problemas) consiste en la aportación de fondos a cambio de "condiciones muy estrictas". Pero ello tendría que redundar en una mayor claridad y transparencia del sistema: recordemos que hoy la incertidumbre y el desconocimiento de lo que se esconde bajo las alfombras -por la elevada exposición al suelo y el ladrillo- es lo que ahora mismo impide a las entidades españolas acceder al crédito en los mercados financieros mayoristas.
Es posible que muchas entidades financieras deban acometer dolorosos planes de reestructuración y asumir más perdidas, pero a medio plazo el capital tendría que volver a fluir hacia las empresas. Y con el flujo de capital reabierto, numerosas empresas del sector turístico -con problemas de tesorería o con proyectos de expansión pendientes- respirarán aliviadas.
2) Subida del IVA. Bruselas lleva desde hace tiempo insistiendo a España para que aumente el IVA, ya que los ingresos por este tributo en nuestro país apenas ascienden al 5,5% del PIB, el porcentaje más bajo de la UE. Recordemos que el transporte y la hostelería pagan en España un IVA reducido del 8%. Precisamente, Bruselas ha sugerido que el aumento del IVA podría lograrse suprimiendo gran parte de los tipos reducidos de 8%. Dado que el rescate de hasta 100.000 millones de euros se concederá a plazos, Europa dispone ahora de una magnífica arma de presión para forzar a España a incrementar el IVA. La probable subida del IVA reducido que afecta la hostelería y el transporte haría que España perdiera competitividad por precio.
3) Confianza del consumidor europeo. Una vez el rescate ha sido aprobado, los consumidores europeos percibirán que España se traga su orgullo y se somete por fin al dictado de la Unión Europea (y de Alemania en particular). Lo cual no es de todo malo, ya que al cabo de un tiempo tendríamos que dejar de ser noticia alarmista en las portadas de la prensa internacional e indirectamente se reforzaría la imagen de nuestro país como un destino más o menos estable de la zona euro. Siempre y cuando no se dispare la conflictividad social como en Grecia.
Precisamente en un momento en que nuestros competidores del norte de África y Mediterráneo parecen estar recuperándose, la situación de España sigue sin estar clara, se alimentan los rumores, los desmentidos del Gobierno no generan confianza y si tienen que llegar más ajustes, el verano se prevé caliente en la calle.
Lo peor de todo sea quizá esta incertidumbre salpicada de mentiras. Si el rescate es inevitable, cuanto antes se pida y llegue, mejor. Un día perdido ahora es un día más de crisis, estancamiento y falta de perspectivas.
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