Agencias de viajes, ¿hay mercado para tantas grandes redes?

La sobredimensión del sector español de agencias de viajes no es un fenómeno que afecte sólo a las pequeñas empresas, también se da en la parte alta del Ranking de Agencias de Viajes donde se acusa un exceso de aspirantes a líderes, mientras que el espacio intermedio se va vaciando de empresas medianas que equilibren la estructura sectorial.

En el caso de las pequeñas agencias, los cierres que han provocado los cinco años de crisis, dejando en la cuneta a más de 4.000 agencias, se han cebado especialmente en las pymes, aunque no ha sido ajena parte de las grandes, con el caso más espectacular de Marsans.

Y ahora, una vez que el tamaño del parque español de agencias se ha reducido en un tercio, no son pocos en el sector los que miran hacia las grandes preguntándose si esa racionalización forzosa se producirá también entre los gallos del corral que, por si acaso, están en estos momentos intentando reajustar sus estructuras.

Cierres, ajustes de jornada, ERE…

El caso más visible y reciente de estos ajustes ha sido el de Viajes Barceló que, en inhabitual ejercicio de transparencia para lo que es norma de opacidad en el sector, ha difundido que ha acometido un ajuste consistente en recortar un 25% la jornada laboral durante cinco meses y medio, intentando evitar los despidos.

Mientras, otras grandes agencias no acaban de tomar una decisión y barajan varias opciones, incluyendo ERE’s, para afrontar el descenso de la actividad. A este respecto, cabe recordar lo manifestado por los pilotos de Air Europa cuando se les ha comunicado la reducción salarial del 30% como alternativa a un nuevo ERE. Los pilotos manifestaron en una asamblea que otras empresas de Globalia, como Travelplán o Halcón estaban peor.

El primer paso que ha dado el presidente del grupo, Juan José Hidalgo, ha sido cambiar al director general de Halcón, y nombrar a Jesús Juárez en sustitución de Fernando García Rascón. Juárez ha dicho, en su primera intervención pública que “tenemos que reinventarnos”. La agencia, aunque vendió un 4% más el pasado año, registró pérdidas en sus resultados, casi un millón de euros.

A la espera de oxígeno

Otras, como Vibo, están esperando acontecimientos de gran calado y transcendencia para el futuro del grupo en el que está integrado, Orizonia, que en estos momentos está intentando culminar una reestructuración accionarial con la que espera reducir deuda gracias a una inyección de capital, a lo que se suma la previsible venta de su 50% de Rumbo, que sumaria más oxígeno a la corporación.

La que menos mal parece que lo está pasando es Viajes El Corte Inglés (VECI). La líder del mercado logró unas ventas de 2.426 millones de euros el pasado año (más del doble que Halcón y Vibo juntas) y ganó 54 millones. No obstante, VECI también ha tenido que cerrar unas decenas de oficinas, si bien no se plantea ajustes drásticos.

Aspirantes a grandes redes

Pero mientras, y pese a esta sobreoferta, otras agencias están llamando a la puerta para hacerse un hueco entre las grandes redes, como es el caso de Nautalia. La agencia que se inventó el ex director de Viajes Marsans, José María Lucas, y que ha financiado Pullmantur con el respaldo de su dueña, Royal Caribbean, nació hace año y medio con 200 oficinas, y acaba de diversificar su actividad con la entrada en el MICE.

Otro caso es el de Viajes Carrefour, que desde que hace tres años sacara su marca a la calle ha llegado a las 400 oficinas, y se plantea alcanzar las 700 en breve, si bien su fórmula de franquicia le evita riesgos, y al carecer de grupo vertical la sitúa más bien junto a las otras grandes franquicias, Zafiro y Almeida, a las que les acaba de lanzar un órdago eliminando la cuota entrada a los franquiciados.