Competencia despeja el camino a Globalia y Barceló
Publicada 02/03/13
En pocos meses el sector ha vivido un convulso proceso que está cambiando las reglas del juego, y que todavía no ha terminado. De un modo involuntario o intencionado, el caso es que la desaparición de Orizonia deja a Globalía y Barceló sin un competidor, y el proceso se puede profundizar si Competencia sanciona a los grupos de gestión. Estas claves son analizadas en este post por José Manuel de la Rosa, periodista de HOSTELTUR noticias turismo, que ha seguido el proceso desde su inicio.
Mucho se ha hablado y especulado en estos días sobre los entresijos del derrumbamiento de Orizonia y el aprovechamiento de sus escombros. Intenciones o casualidades al margen, lo cierto es que el panorama del sector emisor español ha dado un vuelco radical, que todavía puede dar una vuelta de tuerca más.
Cuando parecía segura la formación del megagrupo Globalia-Orizonia, se daba por confirmada la gran concentración de la actividad en torno a un gran operador, a años luz del siguiente y el resto, a imagen de lo que ocurre desde hace tiempo en otros mercados europeos, en los que o bien TUI o bien Thomas Cook, dominan claramente.
Barceló le toma el relevo a Orizonia
Finalmente no ha sido así, y aunque ha desaparecido Orizonia, el sector español sigue polarizado en torno a dos grupos, ya que a Globalia se suma ahora Barceló, que con la adquisición de los derechos de tres aviones de Orbest, 157 locales de Vibo y la marca Viva Tours, experimenta un notable crecimiento con una gran proyección de futuro en el área de la turoperación.
El grupo consigue, por fin, una integración vertical en las cuatro patas de la actividad emisora (hoteles, agencias, turoperación y transporte), y un notable impulso en su división de turoperadores gracias a la integración de Orbest, que le sitúa claramente como el segundo grupo tras Globalia, cogiendo el puesto que tenía Orizonia.
Por su parte, Globalia, se mantiene como primer grupo turístico, y se ve reforzado en su área hotelera con la integración de Luabay, que se ha quedado a precio de saldo, y que suma a Be Live, con lo que hace crecer su división menos grande. Además de que Travelplan se queda sólo como gran turoperador, una vez desaparecida Iberojet, y lo mismo le pasa con Halcón respecto a Vibo.
Los grupos de gestión, en la cuerda floja
Pero, como decía, el panorama del sector emisor español todavía puede dar una vuelta de tuerca más. En este sentido, cabe recordar que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) es doblemente protagonista en el sector, ya que además del expediente de concentración Globalia-Orizonia, tiene abierto un expediente sancionador a los 10 principales grupos de gestión de agencias de viajes, por un posible caso de boicot a proveedores.
Si finalmente la CNC les sancionara, podría ser el fin de los grupos de gestión, dado que no podrían asumir una multa de hasta el 10% de la facturación conjunta de sus agencias clientes, y desaparecerían por insolvencia. Esto dejaría a las agencias de viajes sin el paraguas que los grupos les ofrecer a la hora de negociar con los proveedores y mantenerse competitivas frente a los grandes grupos turísticos.
La espada ciega de Competencia
De modo que, de un modo involuntario pero eficaz, la CNC ha puesto patas arriba al sector turístico emisor español a base de dos expedientes: el mencionado de los grupos de gestión, y el de concentración de Globalia y Orizonia, cuyo pase a segunda fase y correspondiente alargamiento a dos meses del proceso, ha precipitado los acontecimientos.
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