Nadie se acuerda de los 10.000 despidos y 4.000 cierres de pequeñas agencias
Publicada 11/03/13
En 2010 Viajes Marsans cerró dejando en la calle a 1.400 empleados. Ahora le ha tocado el turno a Orizonia, cuya agencia,Vibo, ha puesto en la calle a más de 2.000 agentes de viajes. Son cifras lamentables que tuvieron y han tenido un amplio eco en los medios, pero nadie se acuerda de las más de 4.000 quiebras y 10.000 despidos que está ocasionando la crisis entre las pequeñas agencias de viajes.
La crisis que padece el mercado español desde 2008 está horadando los cimientos de muchas actividades dependientes del consumo interno. Un de ellas es la de las agencias de viajes. Y es que, aunque cuando un ignorante (o insensible) ministro de Industria y Turismo está transmitiendo a la opinión pública que el turismo se está salvando de la crisis, no se le ocurre aclarar que se refiere al receptivo, mientras que el emisor nacional languidece, temporada tras temporada.
Pero esa misma insensibilidad o ignorancia que ‘atesoran’ muchos de nuestros políticos, tiene también su reflejo en los medios generalistas cuando abordan la información de nuestro sector, el turismo. Y no sólo en la confusión entre los que entran y los que salen de viaje, sino en el tratamiento que dan políticos y medios a la sangrante secuela de la crisis en forma de cierres de empresas y los consiguientes despidos.
Uno de los casos más evidentes es el de las agencias de viajes. Las lamentables quiebras de Marsans y Orizonia han dejado en la calle a más de 3.000 agentes de viajes, cuyas tragedias han tenido amplio eco mediático y político. Incluso, tal y como dijo el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, tuvo al Gobierno de su parte para convencer a Competencia de que diera el visto bueno a la compra de Orizonia.
Oleadas de cierres de pequeñas agencias
Pero cabría recordar a los políticos (o hacérselo saber, porque puede que les pase inadvertido) que en el ‘boyante’ sector turístico español, paralelamente a esas dos quiebras se han producido desde 2008 más de 4.000 cierres de pequeñas y medianas agencias de viajes, que han dejado sin empleo a más de 10.000 agentes de viajes. Y el presente año no ha empezado mejor, ha arrancado con 1.200 empleos menos.
Sin menoscabo de la lamentable situación en que quedan los empleados de las dos grandes agencias, y de los recortes del 25% que están sufriendo los del resto de grandes redes en sus salarios mediante los ERTE puestos en marcha, habría que recordar también esos otros miles de casos que han cerrado y se han ido a la calle en total silencio.
Casos de empresas familiares muchas de ellas, o de iniciativas de emprendedores bajo la fórmula de autoempleo, para los que la tragedia del cierre no sólo ha sido la pérdida de su trabajo, sino también la de buena parte de su patrimonio, hipotecado para la puesta en marcha del negocio.
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